Estampas de hoy: El agua

Estampas de hoy: El agua
Miércoles, 14 de Noviembre de 2012 02:43
Escrito por Jorge Luis González Suárez

Dedicada a Ernesto Bonino, autor de la antológica canción "Lluvia".

Cuba Actualidad, Plaza, La Habana (PD) El agua es el precioso líquido
que escasea en toda Cuba. Los botaderos son abundantes. La idea que
producen es la de un manantial artificial. Los salideros son obra de la
antigüedad y sus roturas. Abundan los ríos callejeros. El desperdicio
alcanza cifras magnas. Perjudica a todos.

El acueducto lo creó el ingeniero Albear. Resultó una realización
increíble. El pensó para su época. La situación es que permanece sin
grandes cambios hasta hoy. El milagro es que aun funcione. Si viviera
Albear, ni él mismo se lo creería. Nadie en este mundo es adivino.

San Pedro debe andar muy disgustado. Mandar tanta lluvia del cielo sin
aprovecharla le zumba. Se debería establecer una reunión entre él y los
hidrólogos. Hay que ponerse de acuerdo. Buscar que no se pierda sería
una conclusión lógica. La falta de retención de este mineral es lo
irracional.

Las casas donde no llega diario se convierten en multicisternas.
Tanques, cubos y recipientes se guardan por doquier. El hogar es un gran
almacén acuífero. La reserva es imprescindible. Desperdiciarla un
crimen. Si se produce un arreglo o rotura es el caos. Predecir cuando
vuelva el agua no lo consigue ni Nostradamus.

El fluido es muy caro. Un tanque puede costar $20 pesos. El camión pipa
$200. Este es el negocio por cuenta propia más antiguo. La Habana Vieja
gana en esto la emulación. Se ha convertido en el sitio de mayor
carencia de agua. La paradoja es que fue el primer lugar de destino en
la antigüedad. Moraleja: nadie sabe para quien trabaja.

La espera del surtido tiene horarios atemporales. Tenemos personas que
han perdido su regulación del sueño. Hay obreros que llegan tarde al
trabajo. Otros se duermen en el mismo. La cantidad de custodios
voluntarios es formidable. Vigilar el primer chorrito con paciencia es
un hábito. El grito de júbilo por su aparición al dar la voz es estruendoso.

Existen unas aguas muy despreciadas: las albañales. Estas corren por
cualquier lugar. Usted las identifica enseguida. El olor y color tienen
características sui generis. Los guajacones y los renacuajos proliferan
en muchos de estos lugares. La zoología tiene aquí su campo experimental
seguro. Si las futuras ranas fueran comestibles tendríamos la
alimentación asegurada.
Hay zonas que reciben el agua cada cuatro días. Quienes viven por ahí
llevan un almanaque en el cerebro. Expresiones como "vino hoy"," no toca
hasta tal día", son familiares. La preocupación da stress. También da
insultos y vocabulario inadecuado. Cualquiera así pierde la tabla.

Ahora ha regresado el cólera. La cólera hace tiempo que no se acaba.
Aquel al que se le agotó la última gota estalla. Pedir un poquito para
resolver es imprescindible. El hecho es que el vecino puede estar igual
que usted. Salir a buscarla es la ley establecida. Donde va a encontrar
su oasis es tarea dificultosa.

El mejor consejo para toda persona es mudarse al lado de una presa. No
existe mejor locación para asegurar su fuente. Se puede bañar cuantas
veces quiera y garantiza el aseo doméstico. El panorama de ver tal
depósito le dará seguridad. El posible incendio está controlado de
antemano. Mientras no se desborde, todo andará bien.

A Gene Kelly, la película "Cantando bajo la lluvia" lo convirtió en
famoso. La escena se hizo con mangueras. Este artilugio se usa hoy
muchísimo. Nadie baila como él. El determinado tubito plástico tiene
otro fin. Los que tienen tal necesidad lo aprecian en su justa medida.
La canalización da lo que cada cual espera.

El agua es otra tragedia más. Carecer de ella un dilema. El cubano no
siempre reconoce su valor. Aprender como ahorrarla es hábito que se debe
interiorizar. Si esto no mejora, llegaremos a pedir hasta el agua
bendita por señas.

Para Cuba actualidad: jorgelibrero2012@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/section-blog/138-estampas-de-hoy/5743-estampas-de-hoy-el-agua.html