sábado, 13 de agosto de 2011

La primera boda gay en Cuba

Publicado el sábado, 08.13.11

La primera boda gay en Cuba
Yoani Sanchez
Generación Y

La Habana -- Se nos adelantaron los Países Bajos, Bélgica, Sudáfrica,
Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina y hasta la mismísima
España de alpargata y pandereta que nuestros abuelos nos describían como
timorata y chapada a la antigua. El matrimonio gay se constituyó en una
realidad también en varias jurisdicciones de Estados Unidos y en México
D.F, de donde llegaban aquellos filmes de charros con sombrero ancho y
pistola al cinto. En apenas unas décadas, la modernidad nos ha pasado
corriendo por delante –sin un solo pelo en la cabeza para agarrarla– y
nos ha encontrado con demasiados prejuicios, con demasiada ranciedad.
¿Cómo fue que los cubanos nos volvimos pacatos y anticuados? ¿Por qué
motivos –o intenciones– nos quedamos fuera del siglo veintiuno?

Al "daño antropológico" de ser una sociedad apenas conectada a las
nuevas redes de comunicación, de poseer una pobre cultura política y una
inexperiencia casi infantil en cuestiones de expresión ciudadana, hay
que agregarle la poca evolución en aceptar las diferencias que hemos
tenido en los últimos cincuenta años. Pero siempre existen individuos
que obligan a que una nación apriete el paso, se suba las enaguas y
corra para treparse al tren de la historia. En este caso se llaman Wendy
e Ignacio, quienes no se conformaron con la lentitud de la Asamblea
Nacional para evaluar la legalización de los matrimonios de un mismo
género. Ella, de ida y de vuelta de todas las discriminaciones; él,
acosado por la homofobia y por la intolerancia ideológica. Wendy,
logrando una cirugía de adecuación genital a través del CENESEX;
Ignacio, provocando con sus ideas políticas que Mariela Castro
despidiera a su prometida del trabajo, de una institución que dice velar
por la aceptación de la pluralidad.

Aunque lo que ocurrió el sábado 13 de agosto no se considera legalmente
una "boda gay", no obstante es lo más cerca que hemos podido llegar.
Wendy tiene un carnet de identidad con un nombre femenino, pero a los
burócratas les costará entender por qué su certificación de nacimiento
dice "varón". Firmarán ambos sobre un acta –ante notario– y saldrán de
ese Palacio de Matrimonios como marido y mujer. Volverán a su casita del
municipio Playa conscientes de que han sentado un precedente importante,
que nos han dado una lección, un corrientazo, un acelerón. Y quienes
presenciemos esa unión legal, especialmente esta servidora que hizo las
veces de madrina, tendremos el deber de agradecerle a Wendy e Ignacio.
Pues por una tarde, por una breve tarde, han colocado a nuestro país en
el tercer milenio, en el anhelado tiempo del "ahora".

http://www.elnuevoherald.com/2011/08/13/1002913/yoani-sanchez-la-primera-boda.html

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