Tras un tratamiento de cambio de sexo interrrumpido, legalizaron su
condición de mujer por decreto. Las consecuencias de este hecho han
afectado su vida física y emocionalmente.
martinoticias.com 16 de agosto de 2011
"Existe en Cuba una persona, que sin habérsele efectuado el cambio de
sexo y conservando sus genitales masculinos, es considerada una mujer
desde hace más de veinte años," se descubre en el artículo Cuba: Un
hombre con identidad de mujer, por decreto, publicado en el sitio
digital cubanet.org.
El artículo aclara que Poblador formaba parte del grupo de 10 gays
cubanos que cambiarían su sexo con especialistas españoles que viajarían
a la isla con ese propósito. Pero el tratamiento quedó interrumpido
cuando sobrevino la crisis del llamado Periodo Especial, debido al
insuficiente presupuesto, "quedando Poblador a mitad de tratamiento
hormonal con aspecto de una hermosa mujer, pero sin la posibilidad del
cambio del sexo".
La Presidenta del Centro Nacional de Educación Sexual, Mariela Castro,
ante las reiteradas acusaciones de la afectada, solicitó ayuda a su
madre Vilma Espín, la fallecida Presidenta de la Federación de Mujeres
Cubanas, quien emitió una resolución con carácter de decreto ley que
otorgaba a Poblador sin más preámbulo, la condición de mujer.
"Por este decreto le fue entregado un carné de identidad como mujer, se
le incorporó en la Federación de Mujeres Cubanas, se le registró para
votar como mujer, se le empleó en esta empresa como mujer y se le
otorgaron todos los beneficios y derechos de una cubana. ", continúa el
artículo.
Forzada a vivir en semejante dualidad, su estado psicológico se afectó
paulatinamente durante 20 años, hasta que el pasado año a raíz de una
aguda crisis de nervios, fue internada de urgencia en el Hospital
Psiquiátrico de La Habana.
A pesar de su indiscutible apariencia femenina, el médico de guardia se
negó a internarla en la sala de mujeres, al descubrir sus genitales
masculinos en el examen de rutina. Esta decisión tendría consecuencias
irreversibles: "Su apariencia de mujer atractiva y robusta, atrajo la
atención de los enfermos mentales de dicha sala y ese día varios de
ellos la violaron salvajemente."
Una vez que las autoridades del hospital conocieron lo ocurrido, la
paciente fue enviada de vuelta a su hogar, con la orientación de que
fuera jubilada tempranamente por peritaje médico a causa de su condición
psíquica.
Una nueva batalla le esperaba a Poblador. Según se narra en el artículo,
a pesar de las pruebas documentales que se presentaron "la comisión
médica del Instituto del Trabajo, se negó a tratarla como mujer alegando
que desde el punto de vista biológico y clínico era un hombre y no era
ético hacerlo. "
Nuevamente la solución del asunto quedaba en manos de Mariela Castro. En
una resolución dirigida a los Ministerios de Salud Pública y Trabajo,
firmada por la dirigente, se dispuso que " el Estado cubano la
consideraba una mujer, en toda la extensión de la palabra, por lo que se
le debía tratar como tal, por todas las instancias".
"La señora Poblador no tiene los órganos femeninos de la orgullosa Wendy
- primera transexual de Cuba - pero tiene en sus manos un carné de
identidad que le rectifica por decreto, el sexo que Dios le otorgó por
naturaleza. Eso solo se ve en la Cuba de hoy, donde sus dirigentes
tienen tanto poder como Dios mismo", concluye el artículo.
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