jueves, 19 de mayo de 2011

Diversidad sexual en ciudad machista

Diversidad sexual en ciudad machista
Por Dalia Acosta

SANTIAGO DE CUBA, 18 may (IPS) - Conocida como "la tierra caliente", la
cuna de la Revolución y de la conga, pero también como uno de los sitios
más machistas de Cuba, esta ciudad del extremo oriental de la isla fue
escenario de dos días de movilizaciones por el respeto a la libre
orientación sexual e identidad de género.

A los paneles, debates, talleres y otras acciones de sensibilización, se
sumó el martes la tradicional Conga de los Hoyos que, entre banderas
cubanas y multicolores, atravesó varias cuadras del centro santiaguero
acompañada de cientos de personas, pero también del dedo levantado y de
la mirada seria y asombrada de no pocos observadores.

"Queremos una sociedad nueva. La lucha contra la homofobia es parte de
la lucha contra todos los tipos de discriminación vigentes en nuestra
sociedad", dijo a IPS Mariela Castro Espín, directora del gubernamental
Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), tras mencionar los casos
de la discriminación racial y contra la mujer.

Aunque la visión de esta ciudad como la "más machista" de esta isla
caribeña podría ser también un estigma, según la especialista, lesbianas
y gays consultados por IPS coincidieron en identificar otras zonas como
"más abiertas", en comparación con las agresiones que reciben casi a
diario por las calles de su ciudad.

"Dos personas que se aman del mismo sexo suelen ser rechazadas y
agredidas en público verbal y hasta físicamente", dijo a IPS Isbrailda
Ruiz, integrante de Las Isabelas, el grupo de mujeres homo y bisexuales
surgido en 2002, el primero de este tipo en Cuba.

La intolerancia se vive, incluso, en ámbitos universitarios. Jorge
Hadad, estudiante de Comunicación Social, confesó a IPS que cuando entró
a la Universidad pensó que sería "más permisible", pero se encontró con
"profesores que no te aceptan tal como eres y por eso he tenido algún
que otro encontronazo".

Como un síntoma también de la realidad santiaguera podría interpretarse
el hecho de que en el club de amigas y amigos creado en el sitio web del
proyecto de diversidad sexual del Cenesex los participantes de Santiago
apenas colocan fotos. "Hay un anonimato muy fuerte", reveló Camilo
García, colaborador de la institución.

Cuatro años después de la celebración por primera vez en Cuba del Día
Mundial contra la Homofobia y a menos de una década del inicio de un
trabajo sistemático para promover el respeto a la diversidad sexual, la
jornada de este año insistió en ver los derechos sexuales de todas las
personas como parte de los derechos humanos.

Los prejuicios pueden llevar a la discriminación de las personas por
amar a otra del mismo sexo, por haber nacido varón y sentirse mujer, por
simplemente ser mujer, y peor si coincide que es lesbiana y negra,
precisamente por ser negro o mestizo, por vivir fuera de la capital o en
condiciones de pobreza.

"Si logramos hacer un todo en contra de la discriminación en general
creo que vamos a avanzar más rápido que haciéndolo por separado", opinó
la escritora Deysi Rubiera, vinculada a la iniciativa ciudadana Cofradía
de la Negritud, que participó en la Jornada Cubana contra la Homofobia
con su libro de testimonios "Aires de la Memoria".

En el caso específico de las personas homosexuales, los debates en
Santiago de Cuba incluyeron desde el derecho a elegir con quién, cómo y
dónde se tienen relaciones sexuales, siempre y cuando no se dañe a
terceras personas, hasta la expresión pública del amor por una persona
del mismo sexo.

"Hasta ayer nosotros pensábamos sobre este particular algo muy diferente
a lo que estamos viendo en este momento", reconoció el mayor Luis
Mariano Mustelier, de la Policía Nacional Revolucionaria, ante una
pregunta sobre las acciones policíacas contra las personas del mismo
sexo que se besan en público o contra travestis y transexuales.

Aunque estas manifestaciones de afecto no constituyen delito, sí se
siguen considerando como contravenciones en virtud del Decreto Ley 141
del Consejo de Ministros, que establece una multa de 40 pesos (algo
menos de dos dólares) para "aquella persona que ofenda las buenas
costumbres con exhibiciones impúdicas".

"Un policía que venga y vea a dos homosexuales besándose o vestidos de
mujer y los conduzca a la cárcel está violando la norma, pues no estamos
hablando de un delito", respondió a las inquietudes de los participantes
el abogado Alexis Batista, especialista de la Dirección Provincial de
Justicia, tras reconocer que la norma "debe ser cambiada".

Por su parte, el médico Alberto Roque, activista del grupo Hombres por
la Diversidad, alertó sobre dónde están los límites y quiénes los
colocan: "¿respetar a quién? A una mayoría aplastante que define lo que
hay que hacer o que dispone cuáles son las normas basado en que hay
homofobia", dijo.

"Este lugar no es para eso", fue la reacción de un transeúnte al ver los
preparativos de un panel de sensibilización en la plaza Dolores, ubicada
justo frente a la sede municipal del Partido Comunista de Cuba. Mientras
un joven rastafari, se cuestionó por qué defender la homosexualidad
mientras se discrimina a ese movimiento que "no daña a nadie".

En tanto, más de 400 estudiantes asistieron a un debate en la
Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, que entre otros aspectos
colocó sobre la mesa los prejuicios homofóbicos de los futuros juristas
y la necesidad de sumar más hombres heterosexuales a las campañas de
sensibilización.

El programa, que se extiende por todo el año pero tuvo su momento de
mayor visibilidad, incluyó conferencias y debates en diferentes sectores
de la sociedad, presentaciones de videos y películas, galas artísticas
con la presentación de transformistas y una conga contra la homofobia en
la capital cubana el sábado 14.

Mientras otros países de América Latina celebran el Día de Orgullo Gay,
"en Cuba, quisimos centrarnos no en la víctima de la homofobia sino en
el problema", explicó Castro Espín a IPS.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=98211

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