lunes, 16 de marzo de 2015

Servicios de salud en Cuba no asisten igual a las lesbianas

Servicios de salud en Cuba no asisten igual a las lesbianas
Por Ivet González

Dos mujeres se abrazan durante una jornada contra la homofobia,
organizada en la capital de Cuba por el colectivo de Lesbianas Gay
Bisexuales y Transexuales (LGBT). Crédito: Jorge Luis Baños/IPS

LA HABANA, 15 mar 2015 (IPS) - Mujeres lesbianas y bisexuales de Cuba
suman a otras discriminaciones que sufren las de las prácticas médicas,
que obvian las vulnerabilidades de su salud sexual y reproductiva y las
dejan invisibles en las campañas de prevención y atención a estos temas.

Muchas de ella suelen temer los instrumentos de diagnóstico ginecológico
como una agresión especial a su condición sexual, desconocen sus riesgos
ante las infecciones de transmisión sexual y no acuden al ginecólogo con
tal de esquivar las preguntas sobre su conducta erótica, explicaron a
IPS activistas y especialistas del área de salud.

La pedagoga Dayanis Tamayo, de 36 años y residente en Santiago de Cuba,
a 862 kilómetros de La Habana, ha sentido rechazo en profesionales de la
salud cuando saben que su pareja es mujer, pues realizan comentarios
lesbofóbicos y le clavan miradas reprobatorias.

"A veces paso desapercibida porque no cumplo con los estereotipos de la
lesbiana masculinizada, pero cuando no es así siempre siento que me
juzgan", reconoce la investigadora de la Universidad de Oriente.

Estudios recientes corroboran el testimonio de Tamayo, al advertir
prejuicios y desconocimiento del personal médico del país sobre las
particularidades de la salud sexual en mujeres lesbianas y bisexuales.

El texto "Salud, malestares y derechos sexuales de las lesbianas",
presentado por la psiquiatra cubana Ada Alfonso durante la Jornada
Cubana contra la Homofobia de 2014, asegura que, al acudir al médico, a
estas mujeres les preguntan más por aspectos relacionados con sus
experiencias sexuales que por la dolencia específica.

"Si miramos con lentes de desigualdad la salud femenina, la brecha entre
lesbianas y heterosexuales en el disfrute de los servicios de la salud
contiene subtextos lesbofóbicos que se esconden tras los discursos de
las carencias sociales", significó la especialista del Centro Nacional
de Educación Sexual (Cenesex).

A su juicio, la presión social sobre las no heterosexuales les produce
malestares psicológicos y sexuales distintos, basados en la homofobia.

Tras entrevistar a mujeres de varias provincias del país, la
investigadora encontró que la falta de ética hace que posterguen
exámenes clínicos hasta encontrar médicos recomendados o que compartan
su misma orientación sexual.

Los test más rechazados por ellas son los ginecológicos debido a los
instrumentos que utilizan y la agresividad de procedimientos como el
tacto vaginal.

Cuba cuenta con 925.549 consultas externas de ginecología para una
población de 4,7 millones de mujeres con más de 15 años, según datos de
la Oficina Nacional de Estadísticas e Información.

Personas encargadas de servicios para detectar el cáncer cérvico-uterino
dijeron a la estudiosa que las pacientes lesbianas acuden tardíamente,
cuando queda poco por hacer.

"Por lo general pensamos que el no tener sexo con hombres nos exime de
padecer estos trastornos, porque cuando se informa de ellos en los
medios de comunicación solo aparecen parejas heterosexuales", confesó a
IPS una contadora residente en el municipio habanero 10 de Octubre, que
prefirió resguardar su identidad.

Con 39 años, la trabajadora estatal nunca se ha realizado la prueba
citológica, un examen recomendado a las mujeres mayores de 25 para
prevenir el cáncer cérvico uterino y que en Cuba se efectúa masiva y
gratuitamente cada tres años.

"Aunque sé su importancia, esta prueba me resulta difícil
psicológicamente porque me siento muy expuesta, agredida y en mi caso no
me gusta la penetración", argumentó.

Cada habitante de la isla caribeña se atiende en un consultorio médico
de familia que se encarga de avisar a las mujeres en el período que les
corresponda ese examen. Sin embargo, muchas lo postergan.

En 2013, fueron 765.822 cubanas de 25 años y más las que se realizaron
la citología, lo que reporta una tasa de 195,8 por cada 1.000, refiere
el dato más reciente publicado por el Anuario Estadístico de Salud de Cuba.

El sistema de salud cubano es completamente gratuito y cubre todo tipo
de atención sin discriminaciones institucionales, pero los prejuicios
hacia las personas no heterosexuales se siguen reproduciendo.

"El personal de salud es parte de la sociedad y la sociedad rechaza a
las lesbianas", apreció a IPS el médico José E. Martínez González.

A juicio del especialista de la oriental provincia de Granma, la
formación médica es muy biologicista y apenas incluye determinantes
psicosociales de la salud.

"Si una mujer lesbiana va al ginecólogo es probable que el especialista
entienda que sus riesgos son menos al no tener penetración, porque eso
le enseñaron", consideró el galeno.

"A la sexualidad ni siquiera se dedica una asignatura obligatoria en la
carrera de medicina", reclamó por su parte a IPS la higienista y
epidemióloga Yenis Milanés.

La percepción de riesgos tiende a ser escasa entre las mujeres que aman
a otras y existen pocos hábitos de protección durante el coito lésbico,
coincidieron los expertos.

Ambos participaron en un estudio con 30 mujeres lesbianas y bisexuales
de Granma, en 2013, y encontraron que ellas negaban ser propensas a
adquirir una ITS.

Otra investigación de 2014 realizada por Martínez y Milanés confirma que
los programas de salud sexual en Cuba generalmente excluyen los riesgos
específicos de las lesbianas ante las ITS y el virus de
inmunodeficiencia humana (VIH) causante del sida.

Ellas reciben menos información sobre la prevención de las infecciones
trasmitidas sexualmente que otros grupos de población y cuentan con
menos espacios institucionales amigables para la socialización y debate
de sus problemas, sostienen en el informe al que tuvo acceso IPS.

La pesquisa desmiente el mito de que el sexo lésbico no tiene peligros
de contagio, aunque son mucho menores que en otras conductas eróticas.

En dependencia de las prácticas sexuales que mantengan dos mujeres, el
contacto desprotegido con las secreciones vaginales y la sangre
menstrual de la otra puede contagiar el VIH, el virus del herpes simple,
la vaginosis bacteriana, gonorrea, sífilis, parásitos vaginales, entre
otros padecimientos.

Las mujeres fueron 18,5 por ciento de los 2.156 nuevos casos de VIH
detectados en Cuba en 2013, que elevaron a más de 16.400 las personas
con el virus, según el Ministerio de Salud Pública.

Formar profesionales de la salud sensibles a sexualidades diversas ha
sido un reclamo sostenido por grupos de mujeres lesbianas apoyados por
el Cenesex en las provincias de Camagüey, Ciego de Ávila, Cienfuegos,
Granma, La Habana, Santiago de Cuba, Trinidad y Villa Clara.

Desde el activismo comunitario, estos colectivos promueven su derecho a
una salud sexual placentera y responsable que incluya trato igualitario
en los servicios médicos y acceso a la reproducción asistida.

Editado por Estrella Gutiérez

Source: Servicios de salud en Cuba no asisten igual a las lesbianas |
IPS Agencia de Noticias -
http://www.ipsnoticias.net/2015/03/servicios-de-salud-en-cuba-no-asisten-igual-a-las-lesbianas/

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