miércoles, 25 de junio de 2014

Una realidad mal contada

Una realidad mal contada
[25-06-2014 10:58:19]
Enrique Díaz Rodríguez

(www.miscelaneasdecuba.net).
Yunio José Babastro Ibel es un cubano que carga sobre sus hombros el
prejuicio de toda una sociedad. Toqué a su puerta en busca de una
noticia al ver el deplorable estado de su casa ubicada en Avenida 89 #
12810 Marianao.

Fue fácil constatar las pésimas condiciones en que vive, desde un baño
donde una cubeta plástica hace las veces de mueble sanitario, hasta un
techo de tejas apoyado en paredes de madera podrida, intuí casi al
momento un artículo de interés.

Inicié el dialogo con él, para darme cuenta que más que una noticia, era
la historia de un ser humano en defensa de su dignidad. Me confesó que
era homosexual y que por favor respetara eso.

Yunio tiene 27 años y su cuerpo exhibe las huellas de la necesidad. Me
narra sus vivencias en la calle. Cuenta de una Habana nocturna con
jóvenes que para poder vestir y comer se prostituyen. De las palizas
recibidas por la policía, el maltrato y humillación del que ha sido
objeto, y de las veces que ha sido detenido acusado de prostitución, de
la miseria y pobreza en la que viven muchos que como a él, les es negado
un lugar en la sociedad cubana. De cómo el vender su cuerpo, se torna en
el único recurso para poder subsistir. (Nombra el número 1717,
refiriéndose al auto patrullero que con regularidad lo detiene).

Cuando le pregunto por un empleo, responde indignado "¿qué empleo, de
qué empleo tú me hablas?, si yo tengo tres títulos y no los puedo
ejercer; cada vez que voy a solicitar un trabajo, nada más de verme y de
saber mi condición de homosexual, me lo deniegan''.

Comienzo nuevamente el diálogo, esta vez preguntándole sobre la ayuda
que les brinda Mariela Castro.

Con una ligera sonrisa me responde que todo es mentira, que Mariela solo
busca la fama internacional y continuar enriqueciéndose "Ella cuenta con
todo el apoyo, pero lo que vivo yo es la realidad, coño, Mariela Castro
tiene que salir a la calle a ver cómo vivimos, y de qué vivimos''.

Ante la pregunta de que si cree que su situación es única responde, "hay
que ir a La Habana para que veas cuántos homosexuales residen en
cuarterías, en condiciones infrahumanas, en la más completa miseria''.

Continúa explicando que todo en el país se mueve en base a la moneda
fuerte(CUC), que el dinero que se paga no es nada comparado con la
inmensa necesidad que la gran mayoría tiene, se pone de ejemplo al decir
esbozando una lastimosa sonrisa "¿desde cuándo no me como una langosta?
sal de ahí''.

Le pregunto si él pudiera hacer algo por la sociedad y que si cree que
el país pudiera hacer más por ellos.

Responde que ante todo sería con dignidad, que él mantiene a pesar de
todo una autoestima muy alta. Que sí, que el ejemplo está en muchos
homosexuales que son profesionales con inmensos valores morales y
humanos, y que duda mucho que el gobierno no conozca la problemática de
sus ciudadanos.

Me dispongo a partir con otra imagen formada de ese mundo tan
desconocido y prejuiciado, cuando con un sincero apretón de manos me
confiesa el nombre por el que le conocen en las calles "Linda".

Source: Una realidad mal contada - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/53aa8f2b3a682e16a4d00d44#.U6q3EfmSwx4

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