domingo, 25 de agosto de 2013

Machos a media luz

Machos a media luz
JUEVES, 22 DE AGOSTO DE 2013 14:41 JUEVES,
ESCRITO POR JUAN ANTONIO MADRAZO LUNA

Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) Cuba continá siendo una
fábrica de deseos del resto del mundo. Desde la conquista hasta el
presente, la isla no ha dejado de exportar carne y deseo. Y es que
muchos visitantes foráneos consideran que aquí hay una manera especial
de experimentar el deseo y derribar las barreras normativas desde la
frontera de los cuerpos.

La Habana sigue siendo una ciudad abierta a la imaginación y al mercado
sexual barato.

Mi Cayito es uno de esos lugares que forman parte del inventario secreto
de la Habana en el cual muchos turistas atraviesan la peligrosidad de
las márgenes para negociar la masculinidad y las relaciones de poder.

Es un segmento de litoral, ubicado al este de La Habana, entre las
playas del Mégano y Guanabo. Es un célebre espacio de socialización
dentro del ambiente homosexual habanero, en el cual muchas personas
buscan parejas, suavizan las tensiones cotidianas o liberan los deseos
reprimidos.

Es el lugar en el que muchos homosexuales habaneros y provincianos
sienten que su libertad no está vigilada a pesar del constante asedio de
los agentes del orden público que controlan permanentemente la zona. Es
el espacio en el cual los cuerpos se confiesan desde su propia etiqueta,
donde también otros se han permitido salir del closet. Los juegos de
mirada, los códigos lingüísticos y estéticos, así como las redes de
amigos juegan un papel fundamental. Es un mercado erótico, un
micromercado de comunicación sexual donde la masculinidad negociada
tiene su propio santuario mediante el pinguerismo, la variante criolla
de la prostitución masculina.

Según Pablo Marchant, un investigador social independiente: "Mi Cayito
es un lugar en el cual se vende servicio homosexual. En los últimos
años, el mercado de la carne en la Isla ha tomado otros vuelos. Mi
Cayito es uno de los pocos lugares en el que la oferta y la demanda se
manifiesta de forma explícita. Esto está respaldado y apoyado porque hay
una publicidad de editores de textos para el turismo en el exterior que
han potenciado muchísimo la existencia de este lugar y ya vienen muchos
turistas gays o bisexuales con previo conocimiento de este lugar. Saben
qué van a encontrar y en las condiciones en que van a lograr el servicio."

Añade Marchant: "En este lugar hay toda una cadena de policías asociados
a este negocio. Al saber que en esa área se comercializa el cuerpo, se
desentienden un poco y participan de manera corrupta en la comisión de
muchas acciones en la cual se benefician directamente incluso con
favores sexuales".

La negritud en este lugar es fetiche, una garantía en el servicio de
prostitución homosexual. La imagen erótica del negro ayuda a vender
mucho. El turismo, particularmente el europeo, viene a disfrutar del
intercambio interracial.

El pinguerismo, como parte de la economía informal del placer, es para
muchos jóvenes un deporte de alto riesgo pero con más demanda ahora
mismo que la prostitución femenina. Muchos jóvenes negros descubrieron
que su pene no es solo un capital erótico u objeto del deseo reservado a
turistas alemanas, noruegas, italianas o españolas que van en su
conquista en ese atrevido juego de relaciones de poder. Descubrieron que
son piezas de ébano buscada por rusos, japoneses, canadiense o algún que
otro serbio.

Tras la crisis económica que comenzó en los años 90, los negros y
mestizos continuaron bordeando el peligroso abismo de la fragmentación
social.

En la Cuba actual, la pobreza esta racializada. La mayoría de los
jóvenes descapitalizados económicamente y culturalmente son negros y
mestizos, a los cuales les resulta difícil acomodarse a las nuevas
formas de movilidad social y económica.

Adrian es un joven mulato que vive en la barriada de La Guinera, en el
municipio capitalino Arroyo Naranjo. Abandonó recientemente su trabajo
como maestro emergente. Refiere que conoció Mi Cayito gracias a un
amigo. Las miradas sobre él le permitieron descubrir que lo negro vende
muy bien.

"Los negrones somos muy bien cotizados. La humillación es permanente
pero yo tengo que sobrevivir. Todos los días le pido a Yemaya que me
saque de este infierno. La policía es un látigo. Esta vida cansa y se
sufre, pero tengo que encontrar a mi yuma.", dice.

Confiesa que le asusta muchísimo la gran cantidad de jóvenes negros que
son seropositivos.

Este oficio como opción de vida es muy peligroso.

Dice Anselmo, un militar camagüeyano retirado: "Como a muchos de mis
compañeros, me molesta muchísimo la imagen que esos negros están dando
de Cuba. No sacrifiqué los mejores años de mi vida para ver todo este
relajo. Esos negros están pisoteando la imagen de quienes como yo
tuvimos cojones de ir a Angola y Etiopia a pelear. Son unos
malagradecidos que no han aprovechado las oportunidades brindadas por la
revolución. En mi tiempo. para un negro ser maricón o bugarrón,tenía que
tener muchísimos cojones. Hoy, con el turismo, no quieren trabajar
dignamente. Muchos de ellos son machitos a medias, son los mismos que le
entran a golpes a la mujer y en noche los ves en la calle, cazando
extranjeros".

Mientras la Habana vive otros grados de violencia moral, se finge la
realidad y se negocia la masculinidad, muchos jóvenes, gracias a la
desigualdad provocada por el modelo económico socialista, se visten del
deseo del otro desde la rígida frontera de la raza, la etiqueta de los
cuerpos y los protocolos del erotismo plural.

Para Cuba actualidad: madrazoluna@gmail.com

Source: "Machos a media luz | Cuba noticias actualidad.Periodismo
independiente." -
http://www.primaveradigital.org/primavera/section-blog/182-a-asociedad/8399-machos-a-media-luz.html

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