Adoptar: otro derecho prohibido para cubanos LGBT
Martes, Julio 9, 2013 | Por Leannes Imbert
LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org - En la actualidad, en muchas
regiones del mundo se lleva a cabo un debate sobre el matrimonio entre
personas del mismo sexo, y algunos países han dado ya pasos
significativos en ese sentido. Muchos son los beneficios de los que
gozarían las personas LGBT, a partir de una ley que nos permita unir
formalmente nuestras vidas a la de la persona que amamos. Y una de esas
ventajas que se derivan del matrimonio entre homosexuales es el derecho
a la adopción de niños, un tema muy polémico en casi todo el mundo.
Múltiples son los argumentos con que las sociedades (y la cubana no es
excepción), y los distintos ámbitos del poder, se oponen al derecho de
adopción para las parejas homosexuales. Algunos alegan que no cumplimos
con las condiciones idóneas para garantizar a los menores las figuras y
funciones parentales. Su ignorancia los lleva a pensar que tales
funciones dependen del sexo biológico, cuando cada uno de nosotros
conoce o creció en una familia donde uno solo de los padres ha cumplido
con las funciones materna y paterna, sin que por lo general ello haya
constituido un trauma para el menor.
Me resulta cuando menos hipócrita la actitud de los estados, y de gran
parte de la sociedad, que ya han reconocido que las personas LGBT somos
tan normales como el resto y que somos capaces de desarrollarnos y
escalar en cualquier esfera de la vida, pero siguen oponiéndose a
nuestro derecho a la adopción, porque, según ellos, ¨no educaríamos a
los niños bajo un clima de normalidad¨.
Es mucho más paradójico el hecho de que tantas madres -de esas a las que
la sociedad califica como normales- abandonen a sus hijos en los
hospitales o en contenedores de basura, para que sean llevados a las
casas para niños sin amparo filial, mientras que a gays y lesbianas se
nos niega el derecho a adoptar y darles a esos niños verdadero amor,
cuidado, respeto y una educación positiva.
Hay algo peor aún dentro de este fenómeno, y es que no sólo les niega a
las personas LGBT el derecho a la adopción. También les están negando a
esos niños abandonados o huérfanos el derecho de ser queridos y de vivir
en el seno de una familia que los cuide.
¿De qué democracia se habla en un país donde el respeto a la igualdad de
derechos, sin distinción de raza, religión, sexo, opinión o cualquier
otra condición o circunstancia personal o social, dependerá también de
que la elección del objeto sexual esté acorde con los cánones que rijan
las instituciones que son instrumentos del poder?
Una de estas instituciones, pilar sobre el que descansan tantos
prejuicios y anacronismos, es la iglesia católica. A mi juicio, no
cuenta ya con el prestigio de épocas pasadas, entre otras razones por
haber amparado a muchos de sus miembros abusadores, violadores o
pederastas. Pero aun así, sus postulados siguen siendo determinantes
cuando de otorgar derechos se trata, y siempre prestos para actuar en
defensa de los sectores más conservadores y reaccionarios.
El Vaticano ya dejó patente su oposición al matrimonio y a la adopción
por parte de parejas homosexuales, cuando, en 2003, emitió un documento
oficial donde expresaba, entre otras cosas, que "ninguna ideología puede
cancelar del espíritu humano la certeza de que el matrimonio en realidad
existe únicamente entre dos personas del sexo opuesto…". Y más adelante
agregaba: "reconocer legalmente las uniones homosexuales y equipararlas
al matrimonio, significaría no solamente aprobar un comportamiento
desviado y convertirlo en un modelo para la sociedad actual, sino
también ofuscar valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común
de la humanidad".
Otro argumento estúpido, pero no por ello poco generalizado, que usan
los que se oponen a la adopción por parte de parejas homosexuales, es el
de que ¨de parejas y padres o madres homosexuales, saldrán hijos
homosexuales¨. Nada más lejos de la verdad. De la misma forma en que
hemos nacido homosexuales de padres heterosexuales, también de parejas
homosexuales saldrán, sin duda, hijos heterosexuales.
La psicología ha demostrado categóricamente que los niños criados dentro
de hogares homoparentales, pueden ser tan normales y psicológicamente
sanos como los que han crecido dentro de familias heterosexuales. Lo que
sí atenta contra la salud mental de estos pequeños es el odio, la
intolerancia, la discriminación y los prejuicios homofóbicos, de esas
personas que se hacen llamar ¨normales¨.
Basta de retórica, necesitamos hechos. Es hora de que cada cubano LGBT
que desee formar su propia familia exija ese derecho.
Source: "Adoptar: otro derecho prohibido para cubanos LGBT | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/adoptar-otro-derecho-prohibido-para-cubanos-lgbt/
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