Entre la espada y la pared
Julio César Álvarez | La Habana | 5 Jun 2013 - 7:38 am.
El movimiento gay cubano será una fotocopia política de viejas
organizaciones castristas si no encuentra un proyecto alternativo y
viable, alejado del CENESEX de Mariela Castro.
El movimiento gay cubano será una fotocopia política de viejas
organizaciones revolucionarias, como la Federación de Mujeres Cubanas
(FMC), o los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), si antes no
encuentra un proyecto alternativo y viable que no sea solamente el
Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).
A lo largo de casi todo el mes de mayo se celebró la VI jornada contra
la homofobia. Los homosexuales desfilaron nuevamente. Bailaron conga por
la céntrica calle 23, celebraron gala en el teatro Karl Marx y les
cedieron un espacio en la televisión. Fue la jornada más mediática de
cuantas se han realizado.
A semejanza de la conmemoración por el 26 de julio, por los asaltos a
los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, se elige también
desde hace seis años una sede provincial para los festejos por el Día
Internacional contra la Homofobia y la Transfobia.
Algunos critican que los desfiles de los homosexuales ya tienen el mismo
formato que cualquier otro desfile político convocado por el Gobierno.
Ya constituye un patrón en esos desfiles los carteles y consignas en
apoyo a agendas gubernamentales, como el que exige la liberación de los
cinco espías cubanos presos en EEUU.
La conocida y lapidaria frase de Fidel Castro, "dentro de la revolución
todo, fuera de la revolución nada", continúa siendo una guía inviolable
para el Gobierno. Por eso, a proyectos que se distancian de la ideología
comunista, como el de lesbianas, gay, bisexuales, transexuales (LGBT),
se les acusa de estar financiados por Estados Unidos. No cuentan con la
protección del Estado. Son muy vulnerables.
Pupy, un homosexual que labora como enfermero en el hospital Calixto
García, ve este asunto, según él, desde un ángulo práctico. "Mira,
periodista, a la gente en Cuba no le gustan los maricones. No tenemos
quien nos defienda. Mariela es una protectora poderosa. La única que
tenemos. Si gritar consignas revolucionarias es el precio de esa
protección, para mí está bien. ¿Acaso no es eso lo mismo que ha hecho el
pueblo de Cuba durante más de cincuenta años por sus propios motivos?"
Otros objetan a Mariela Castro como la representante del Gobierno en la
defensa del movimiento gay cubano. Su padre, Raúl Castro, fue en su
momento el promotor de las detenciones e internamiento de los gay en los
campos de trabajo forzados llamados eufemísticamente Unidades Militares
de Ayuda a la Producción (UMAP).
Para Yosvany, un homosexual que ha participado en las seis jornadas
contra la homofobia, y que perteneció a un grupo de las redes sociales
del CENESEX, ese argumento es irrelevante. Afirma conocer bien la
historia de las persecuciones contra los homosexuales. Considera que, en
lo referente al tema, ningún gobierno del mundo está en condiciones de
lanzar la primera piedra contra otro. Todos han pecado contra los
homosexuales.
"Lo que descalifica a Mariela Castro para estar al frente de esta
cruzada contra la homofobia no es ser hija de su padre, sino tener su
misma agenda política. Nosotros, los homosexuales, estamos contra la
espada y la pared. El pueblo cubano, como muchos otros, aún no está
preparado para aceptarnos. Es el Gobierno, no la sociedad, el que con su
apoyo nos ha dado un espacio. Pero en el sistema político cubano eso
tiene un precio: el apoyo incondicional de los homosexuales a su agenda
política", asegura Yosvany.
Sabe que el Gobierno les recordará en todo momento que gracias a la
revolución tienen lo que tienen, y han llegado a donde han llegado.
"Es algo con lo que tenemos que lidiar. Si ya hay alguien con una
solución viable a este dilema cubano, por favor que nos la haga llegar",
concluye Yosvany.
http://www.diariodecuba.com/cuba/1370124215_3545.html
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