sábado, 24 de marzo de 2012

Tras los dólares del Imperio

Tras los dólares del Imperio
Viernes, Marzo 23, 2012 | Por Leannes Imbert

LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -Hasta hace poco, creí que
Mariela Castro era diferente a su padre y a su tío. La creí sincera e
interesada verdaderamente en el bienestar de las personas LGBT y en los
portadores de VIH/SIDA.

Pero los hechos me han demostrado -y creo que también a muchos otros,
dentro y fuera de Cuba- que Mariela es tan Castro -y castrante- como su
tio y su progenitor. Es una versión más carismática de su padre -que no
consigue despertar simpatías como ella- que ha logrado engatusar a
muchas personas en todo el planeta.

Para consolidar su control absoluto sobre la comunidad LGBT y los
proyectos a favor de la misma, la directora del Centro Nacional de
Educación Sexual no vacila en mentir, manipular y difamar.

Después de que en junio del pasado año el Observatorio Cubano de los
Derechos LGBT (OBCUD LGBT) organizara la primera marcha cubana del
orgullo gay, sin permiso de las autoridades, la señora Castro inició una
verdadera guerra contra todo activista LGBT que no esté bajo sus órdenes.

A pesar de que muchas veces los integrantes del Observatorio hemos
intentado mantener un diálogo respetuoso con el CENESEX, la Doctora
Castro nunca ha dado la cara, ni ha accedido a mantener una discusión
con quienes ella considera sus enemigos. Ha preferido siempre acudir a
la difamación y a las campañas de descrédito.

Desde que en 2011 se supo que el gobierno de EE.UU destinaría 300 mil
dólares para apoyar proyectos y organizaciones LGBT en Cuba, la señora
-cuyo CENESEX recibe grandes donaciones de diferentes ONG's- parece que
no puede dormir en paz, molesta con la idea de que ese dinero pueda
terminar apoyando proyectos que no estén bajo su control.

La Dra. Castro ha intensifcado su campaña de difamaciones contra quienes
también hacemos parte del trabajo que ella asegura que hace el CENESEX.
Nos ha llamado mercenarios, contrarrevolucionarios y grupúsculos al
servicio del enemigo.

Su último intento por desacreditar a quienes sí estamos interesados en
que se respeten los derechos de las personas LGBT y del resto de los
cubanos, ha sido asegurar que estos grupos de activistas LGBT se "oponen
a su trabajo" (al de CENESEX), y es esa la razón por la que han recibido
los famosos 300 000 dólares.

Ha asegurado además que nuestros grupos "hacen denuncias falsas sobre
abusos contra gays y lesbianas en Cuba"; y ha agregado que "al
investigar esas denuncias, descubrimos que las personas que
supuestamente han matado, o que apresaron, no existen, ni siquiera
nacieron".

Los miembros del OBCUD LGBT emplazamos públicamente una vez más a
Mariela Castro a que afirme y pruebe que Nelson Linares García nunca
nació y, más que eso, que demuestre que no fue detenido y encerrado en
la Estación de policía de la calle Dragones, a las 4 de la mañana del 8
de septiembre de 2011, y que luego, cerca de las 2 de la tarde, no lo
sacaron, ya muerto, muerto de esa Estación.

También le pedimos que demuestre que Mailin Corso, una lesbiana de
Matanzas, nunca nació y no ha sido víctima en varias ocasiones de
vejaciones y atropellos por parte de policías homofóbicos.

La emplazamos a que asegure y pruebe que los travestis y homosexuales
que diariamente son multados y detenidos, tampoco nacieron y no son
discriminados y coaccionados sólo por mostrar públicamente de su
orientación sexual o identidad de género, o por estar en zonas donde
supuestamente se ejerce la prostitución.

Y en cuanto a los 300 000 dólares de marras, que tanto preocupan al la
Dra. Castro Espín, le aseguro que no tiene que preocuparse porque, si es
que el dinero realmente existe, no ha llegado a nuestras manos.

Es cierto que hemos recibido apoyo de otros activistas y organizaciones,
pero en todoe el mundo los proyectos sin recursos sobreviven sólo
gracias a la ayuda de ONGs y personas solidarias. El CENESEX, además del
apoyo del gobierno de la familia Castro, recibe apoyo material y
financiero de gobiernos y ONG's de todo el mundo.

Los integrantes del OBCUD LGBT y otros proyectos LGTB no oficialistas
estamos en una abismal desventaja financiera con respecto al CENESEX,
además de no tener reconocimiento oficial como ONG, ni acceso a los
medios de comunicación nacionales y, para colmo, debemos soportar ser
difamados por la Dra. Castro y perseguidos y hostigados por el gobierno
de su papá.

ileannes@yahoo.com

ARTICULO RELACIONADO:

http://www.cubanet.org/articulos/%C2%BFel-muerto-bien-gracias/

http://www.cubanet.org/articulos/tras-los-dolares-del-imperio/

martes, 20 de marzo de 2012

Turismo LGTB en Cuba (II)

Turismo LGTB en Cuba (II)
marzo 20, 2012
Maria Matienzo

HAVANA TIMES, 20 mar — Me cuesta un poco dejar las promesas sin cumplir.
Y me había prometido a mí misma no dejar este tema colgado. Mas allá de
mi fechoría de arrancar las páginas de la revista ajena, quiero seguir
el tema del turismo LGTB en la Isla y en el artículo de Excelencias del
Caribe.

El artículo comienza con esta cita: "La visibilidad facilita la
integración." Y se pone más interesante cuando en ese mismo lead esboza
una polémica entorno a la discriminación sexual. Dice: "para otros, la
única manera de no discriminar es no diferenciar."

Sin embargo, Excelencias… toma distancia, se sobrepone a cualquier
postura sociológica y nos recuerda que ella solo hablara de turismo y
dinero.

Y está bien. Es lo que le toca a una revista de turismo.

Las imágenes que emplea, por supuesto, ninguna son de la semana contra
la homofobia que se celebra en Cuba. Y los entiendo también.

Es que nuestra semana es un tanto opaca, mustia, gris en un país de
tanto sol y en medio de la primavera (finaliza en el 17 de mayo).

Excepto el día de la conga, el resto son conversatorios, charlas,
presentaciones de libros a los que solo asistimos los demasiado
interesados. El colorido (retocado en photoshop o no) que se ve en estas
imágenes creo que en Cuba no lo podrían encontrar, ni siquiera, por esas
fechas.

A veces es tan densa la información que nos llega sobre el tema LGTB, es
tan didáctica que parece que hablan de gente enferma. Y eso sobresatura
a todos. Y entonces, hay quien cree una payasada salir a desfilar el 17
de mayo.

O como me dijo un hombre hace poco: "Es que nos están tratando de
convertir a todos en homosexuales. Ahora en todas las novelas hay uno."
Como su comentario no venía al caso ni le contesté. Lo dejé ahí con sus
"dudas" si es que realmente tenía alguna duda.

Pero me di cuenta que a veces la gente no es tan homofóbica como
oportunista.

Me di cuenta, una vez mas de la necesidad de implementar, de animar un
sistema en contra de la discriminación y el acoso a los homosexuales,
que vaya mas allá de dos o tres personas, reclamando a voz en cuello
algunas reformitas.

Y, sobre todo me di cuenta que el destino gay-friendly en Cuba no iba a
funcionar como en Brasil, Argentina, por no decir Francia, Estados
Unidos, Alemania, Japón, si no se creaba un ambiente más hospitalario,
donde no fuera un escándalo ver a dos mujeres darse la mano o
acariciarse en la calle, sin que pareciera, en la imaginación de los
demás, pornografía.

Así que la revista Excelencias del Caribe, si no es tan utópica como yo
suelo serlo a veces, cuando sueño con reconocimientos de derechos en
Cuba, es parte de la mascarada, del mimo, de la fantasía, del juego de
hacerles creer al mundo que estamos abiertos al cambio.

http://www.havanatimes.org/sp/?p=60232

LGBT Tourism in Cuba (Part II)

LGBT Tourism in Cuba (Part II)
March 20, 2012
Maria Matienzo

HAVANA TIMES, March 20 — I don't like to leave my promises unfulfilled.
So, since I had promised myself not to leave this issue hanging —
regardless of the wrongdoing of my tearing out some pages from someone
else's magazine — I wanted to continue with the topic of LGBT tourism on
the island and the article about that subject in Touristic Excellencies
the Caribbean magazine.

The article begins with this quote "Visibility facilitates integration,"
and it gets more interesting when in this same lead it outlines a
controversy surrounding sexual discrimination. It reads, "For others,
the only way not to discriminate is not to differentiate."

Nonetheless, Excellencies keeps a certain distance from the matter. It
steers clear of any sociological approach and reminds us that it's only
talking about tourism and money.

And that's fine. That's what's expected from a tourism magazine.

Of the photos it uses, of course none of them were taken from the "Week
against Homophobia" celebrated in Cuba. And I understand that too.

The problem is that our week is a bit dull, gloomy and gray – despite
our being on an island with so much sunshine and in an event held in the
middle of spring (it ends on May 17).

Except for the day of the several-block-long conga line, the rest of the
activities are talks, lectures and book presentations to those of us who
attend and who are overly concerned. The magazine's colored photos
(retouched with Photoshop or not), I don't think can be found in Cuba,
not even during that week.

Sometimes the information we receive on the topic of LGBTs is so dense
and didactic that it seems like we're talking about people who are
medically ill, we tend to oversaturate everybody. Then to, some people
create a whole joke out of the May 17 parade.

Like one man said to me recently: "Are they trying to make all of us
gay? Now they have at least one of them in every TV series." Since his
comment seemed so off the mark, I didn't even respond I left him there
with his "doubts," if he really had any.

But I realized that sometimes people are not as homophobic as they are
opportunistic.

I realized once again the need to implement a system or to encourage a
system that fights against discrimination and the harassment of
homosexuals, which is something that goes well beyond two or three
people yelling their demands for a few little reforms.

Above all, I realized that Cuba as a gay-friendly destination wouldn't
work like it does in Brazil or Argentina, not to mention France, the
United States, Germany or Japan.

We would first have to create a more hospitable environment, one where a
scandal wouldn't break out over two women holding hands or caressing
each other on the street. In such a climate, people wouldn't
automatically perceive such acts to be pornographic.

So the magazine Touristic Excellencies the Caribbean, if it's not as
utopian as I tend to sometimes be when I dream of the recognition of
rights in Cuba, then it's part of a masquerade, a mime, fantasy, a game
to make people believe that the world is actually open to change.

http://www.havanatimes.org/?p=64922

sábado, 10 de marzo de 2012

El turismo LGTB en una revista cubana

El turismo LGTB en una revista cubana
marzo 9, 2012
María Matienzo Puerto

HAVANA TIMES, 9 marzo — El sábado fui a la fiesta de unos amigos de mis
amigos. Parece un trabalenguas, pero todo el que ha pasado por esta
situación sabe que es la primera razón para que, aún con música, ron y
comida, uno termine en una esquina de la casa tremendamente aburrido.

Pues así estaba yo cuando encontré unos números de la revista
Excelencias del Caribe y me puse a hojearlas.

Debo aclarar que en un estado de normalidad no se me hubiese ocurrido ni
siquiera tocarlas, porque está revista esta dirigida al turismo y, ya
saben, nosotros los cubanos no tenemos acceso ni a la revista ni a lo
que ella ofrece; además de la imagen edulcorada que vende, no solo de
Cuba, sino de toda la región.

Pero el tedio lo puede todo.

Y en la página ocho, como dicen en los cuentos de hadas "cual no fue mi
asombro cuando" vi un titular que decía "Turismo LGTB." Quedé pasmada,
anonadada, asombrada. Y además un link para ver artículos relacionados
con el tema en www.revistasexcelencias.com.

Cuando pude cerrar la boca, cometí una fechoría. Arranqué las páginas y
me las metí en el bolsillo. (Sorry, de otra manera no podría escribir
luego sobre lo que acababa de leer.)

En mi entusiasmo no me importó lo que se estuviera diciendo, ni cuál
sería el tratamiento que se le estuviera dando al tema.

Sólo atinaba a pensar que en una revista que se edita en Cuba, en una
revista heterosexista, heteronormativa, donde no solo se vende a la
mulata cubana o caribeña (a ellos les da lo mismo) si no la imagen del
Caribe retocada en photoshop, estaban hablando de turismo gay.

Una revista editada desde una Cuba demasiado "macha," donde pese a un
CENESEX, no se acaba de emitir una sola ley que reconozca los derechos a
la libre identidad sexual porque el objetivo 57 discutido en la
Conferencia del Partido Comunista de Cuba donde se reconocen la
orientación sexual, entre otros, como una forma de discriminación, a mí
no me satisface.

Es lo mínimo que se podía hacer, a lo que creo que también se llegaría
si se educara más a las personas en el respeto a la otredad, no importa
cuál sea.

En fin, vuelvo a mi revista. La cuestión está en que ya se está tocando
el tema y aunque no se habla del destino Cuba, está sobre el tapete.

¿Las consecuencias? Ya veremos. ¿La infraestructura? Ya veremos.

Están dando los primeros pasos para visibilizar lo que viene ocurriendo
desde la década del 90 en La Habana.

No creo ni siquiera que tengan estadísticas por ahí guardadas, pero sí
es cierto que el destino Cuba está abierto desde hace un tiempo, sobre
todo para los hombres.

Quizás se logre con esto despojar al turismo internacional LGTB del
estigma de la prostitución.

Creo que tengo que volver a escribir sobre el tema. Salir del entusiasmo
y ver otras aristas del artículo, no tan felices.

http://www.havanatimes.org/sp/?p=59463

LGBT Tourism in a Cuban Magazine

LGBT Tourism in a Cuban Magazine
March 9, 2012
Maria Matienzo Puerto

HAVANA TIMES, March 9 — This past Saturday I went to a party with some
friends of some friends. That might seem a little like a tongue twister,
but anyone who has gone through this knows it's the main reason that —
even with music, rum and food — you usually end up in a corner of a
house extremely bored.

While I was sitting there, I found some issues of the magazine
Excelencias del Caribe and began leafing through them.

I should explain that normally I wouldn't have even thought of touching
such a magazine since it's geared to tourism and, as you know, we Cubans
have no access to that, such a magazine or anything that it offers;
including the sweetened image it sells, not only of Cuba but the entire
region.

But boredom can cause anything.

Thumbing through to page eight, I came upon a headline that read "LGBT
Tourism." I was blown away, stunned, amazed. Plus there was this
hyperlink for viewing related items.

When I was finally able to close my mouth, I committed a bit of
mischief: I tore the pages out and put them in my pocket. (Sorry, I
couldn't do anything else to be able to write about this later.)

In my enthusiasm, I didn't care what was being said in the story or what
kind of treatment they were giving the issue.

I simply couldn't manage to believe that in a magazine published in Cuba
— a heterosexist magazine, which not only sells the fantasy of the Cuban
or Caribbean mulatta (to them they're all the same) or the Photoshop
retouched image of the Caribbean — was talking about gay tourism.

This magazine is edited in a Cuba that's too "butch" and where, despite
the advocacy work of the Center for Sexual Education (CENESEX), not one
single law has been passed recognizing the right to free sexual
identity. Though Objective 57 of the recent National Conference of the
Communist Party of Cuba discussed and recognized sexual orientation and
other forms of discrimination, I'm still not satisfied.

That was the very least they could do, while I think they could go
farther if they were to educate people to respect differences more, no
matter what these might be.

Anyway, returning to the magazine, the issue is that they're now
addressing the matter. Though the magazine didn't speak of the specific
destination of Cuba, it's obviously on the table.

The consequences? We'll see. The infrastructure? We'll see.

They're taking the first steps to make visible what has been happening
in Havana since the 90's.

I don't even think that they have kept statistics on this, but it's true
that destination Cuba has been open for some time now, especially for men.

Perhaps what will be achieved through this will be to strip the stigma
of prostitution from international LGBT tourism.

I think I'll have to write about this subject again. But I'll have to
give myself a chance to settle down from the initial excitement and look
at other aspects of the article that are not so encouraging.

http://www.havanatimes.org/?p=63934

viernes, 9 de marzo de 2012

LGTB desmiente a Mariela Castro

LGTB desmiente a Mariela Castro
martinoticias.com
marzo 08, 2012

La directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), Mariela
Castro, declaró durante una conferencia en la Universidad Autónoma de
República Dominicana, que su labor en defensa de la comunidad de
lesbianas, gays, transexuales y bisexuales en Cuba, es boicoteada por
Estados Unidos.

Castro aseguró que el gobierno norteamericano financia a grupos LGTB
para que se opongan a su trabajo en la Isla y hagan falsas denuncias
sobre abusos contra gays y lesbianas.

"Cuando las investigamos (las denuncias), descubrimos que las personas
supuestas que mataron, que apresaron, no existen, ni siquiera nacieron",
agregó la directora del CENESEX, citada por la agencia de prensa AFP.

En un contacto con martinoticias.com, el presidente de la Liga Cubana
contra el SIDA en Cuba, Ignacio Estrada Cepero, desmintió a la sexóloga
cubana: " Desconocemos que algún grupo esté recibiendo financiamiento
de algún país" y agregó que "también miente cuando dice que en Cuba se
sacan denuncias falsas".

El enviado especial de Radio y TV Martí al mencionado evento, Ricardo
Quintana, reportó que en la conferencia de Mariela Castro se limitó a
ponderar los logros del régimen cubano en los más de cincuenta años en
el poder y a resaltar el unipartidismo como deseo expreso de los
residentes en la Isla.

Estrada Cepero dijo que en la Isla continúa la discriminación contra los
homosexuales y muchos son llevados al banquillo de los acusados, porque
el sistema judicial cubano les aplica la figura delictiva del código
penal llamada "índice de peligro social".

Nabic Fernández Cabrera, coordinador de otro proyecto de integración de
la comunidad gay de Cuba, declaró a martinoticias.com, que "en la
sociedad civil cubana existen varios grupos que estamos defendiendo la
integración de los LGTB, porque el CENESEX se ha dedicado
fundamentalmente a hacer política y no a defender los derechos de la
comunidad."

Como ejemplo de esta discriminación, Fernández Cabrera contó sobre la
ausencia de homosexuales en cargos políticos en la isla, y
específicamente en en CENESEX y la prohibición impuesta por las
autoridades, que impide a los miembros de la comunidad LGTB sentarse en
las aceras próximas al centro recreativo llamado Bing Bong en La Habana.

"Realmente el CENESEX se ha estado autoboicoteando," dijo la fuente,
quien recordó las declaraciones de Mariela Castro en Europa sobre la
posible apertura de un centro en la isla, destinado a realizar cirugías
de cambio de sexo para "ayudar a la comunidad LGTB europea".

Mientras, en Cuba "existen muchos gays que les gustaría también hacerse
un cambio de sexo dentro del país y no lo pueden hacer, y ella es la
única persona dentro del país autorizada a aprobar este tiempo de
operación," enfatizó Fernández Cabrera.

Para probar la legitimidad de estos proyectos independientes de la
comunidad LGTB, Fernández Cabrera explica que realizan actividades
recreativas, encuentros con enfermos de VIH, y que de este modo han
estado "supliendo el trabajo del mismo CENESEX, ya que estas son
actividades que ellos normalmente, por su contenido de trabajo, deberían
estar haciendo y no lo realizan."

El periodista Ricardo Quintana de Radio y TV Martí, aprovechó la ocasión
una vez terminada la conferencia, para interrogar a Castro sobre las
acciones del CENESEX para promover y respaldar el matrimonio de personas
del mismo sexo en Cuba.

La hija del General Raúl Castro se negó a responder la pregunta de
manera directa y solo acotó que el corresponsal de los Martí debería
enterarse por los periodistas cubanos.

http://www.martinoticias.com/content/mariela_castro_lgtb_cuba_republica_dominicana/9162.html

lunes, 5 de marzo de 2012

Gays apoyan campaña Con la Misma Moneda

Gays apoyan campaña Con la Misma Moneda
[05-03-2012]
Alexei Jiménez Almarales
Prensa Joven

(www.miscelaneasdecuba.net).- Homosexuales cubanos reclamaron su derecho
de pagar con la moneda que el gobierno les paga a los trabajadores, en
la cafetería llamada Pico Cristal, el pasado 27 de Febrero en Holguín.

Los cinco gay después que consumieron alimentos y refrescos en un
establecimiento que presta servicios en CUC, los jóvenes fueron a pagar
en moneda nacional, cuando el camarero vio con el dinero que se le iba a
pagar dijo: "no puedo cobrar con ese dinero está prohibido por la
empresa no puedo aceptarlo" .

Asimismo Javier Eduardo Martínez Reyes miembro de este grupo explicó:
"Nosotros estamos participando en la campaña por la misma moneda,
nuestro objetivo es eliminar la dualidad monetaria en Cuba, queremos que
el peso valga para que los obreros con sus salarios en moneda nacional,
puedan tener una vida plena"

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=35318

sábado, 3 de marzo de 2012

Libertad sexual y homofobia

Opinión

Libertad sexual y homofobia
Vicente Echerri
Madrid 03-03-2012 - 11:09 am.

La libertad sexual ha de verse como una más del conjunto de libertades
fundamentales, no como excepción en una sociedad represiva.

La libertad sexual podría tenerse como el más natural de los derechos,
el de la intimidad. Pocos quehaceres humanos son tan íntimos como el
acto sexual (si descontamos, desde luego, las orgías, que siempre he
creído pertenecen más al ámbito del teatro), ya que usualmente conlleva
la desnudez y una reducción a la inocencia, a una animalidad primordial
que antecede a la cultura y, si queremos ponerlo en términos teológicos,
al pecado.

Sin embargo, desde la Antigüedad — particularmente en el mundo
judeocristiano sobre cuyos valores éticos se asienta la civilización
occidental — el grupo organizado, la sociedad, a través de sus
portavoces tradicionales, el Estado y la Religión, ha tratado de regular
la libertad sexual y de coactar o proscribir las expresiones de ésta que
no se avengan con la norma, como es el caso de la homosexualidad. La
razón esencial u ontológica de esta intervención del grupo en la
intimidad sexual obedece a la más obvia consecuencia social de la
sexualidad: la procreación. La existencia de la prole como resultado de
las relaciones sexuales afecta directamente la vida del grupo, del mismo
modo que las actividades sexuales que excluyen la procreación también la
afectan, aunque de la manera opuesta.

La Biblia —no importa todas las exégesis conciliadoras que arguyan
ciertos catamitas cristianos— es el texto sagrado de una cultura
profundamente homófoba, por ser expresión de una sociedad tribal
precariamente asentada en un oasis estratégico y, en consecuencia,
codiciado por muchos: el llamado puente palestinense, cuya posesión
requería ser defendida por guerreros. La supervivencia exigía el
crecimiento poblacional, sobre todo de varones para la empresa bélica.
De ahí que cualquier conducta sexual que excluyera la procreación
—homosexualidad, onanismo (entendido como eyaculación fuera del vaso
natural) e incluso la esterilidad de las mujeres, fuese tenida como
abominación o maldición. El miedo a perecer de este grupo de pastores
semitas fabricó los tabúes religiosos que tan nefastos habrían de ser a
lo largo de los siglos.

El otro pilar de la homofobia, que ha sido objeto ya por mucho tiempo de
los estudios feministas, es la relación de poder entre los sexos, y el
acto sexual mismo visto como un ejercicio en que uno de los individuos
penetra y humilla al otro. La palabra "poseer", tan al uso en algunas
lenguas occidentales para referirse al coito, delata esta connotación.
Esto parece, además, seguir un dictamen natural por la mayor corpulencia
y estructura osteomuscular de los machos en las especies superiores del
reino animal en que la cópula puede verse también como un acto de
sometimiento.

Tienen razón las feministas que han señalado que la denigración de que
han sido objetos los homosexuales varones durante siglos en la sociedad
occidental es en última instancia una agresión a la mujer (entre cubanos
hay que destacar la labor pionera de Ileana Fuentes que, con su
acostumbrada elocuencia, se ha hecho eco en algunos de sus ensayos de
esta opinión). En nuestra lengua, por ejemplo, el denuesto más común
contra un homosexual es el de llamarlo "marica" o "maricón". ¿Y qué cosa
es "marica" si no un diminutivo de María, el nombre de mujer más popular
en nuestra cultura? Marica es otra manera de llamar a un hombre
"mujercita", que es sinónimo de cobarde, de inepto para la tarea heroica.

Conforme a esta lógica, un "marica" merece ser despreciado porque
teniendo los atributos naturales de la casta superior opta por el papel
subordinado de la hembra, receptora pasiva en el acto sexual y relegada
a tareas subalternas en la sociedad patriarcal. El varón homosexual es,
por tanto, un traidor, un renegado que rehúsa el papel superior que es
su destino natural. Se trata, desde luego, de un estereotipo con todas
sus debilidades, que no tiene en cuenta los múltiples ejemplos que lo
desmienten, sobre todo en la antigüedad, siendo acaso el más famoso el
del Sagrado Batallón de Tebas, legendario por su valor en el campo de
batalla y compuesto enteramente de parejas homosexuales.

La homofobia hacia la mujer homosexual se comporta muchas veces de otra
manera pues las relaciones lésbicas siempre han tenido un lugar en el
imaginario erótico del machismo heterosexual.

En Cuba heredamos los prejuicios homófobos del mundo hispánico que, a su
vez, han sido por muchos siglos connaturales a Occidente. Ha sido usual
en nuestro país, por ejemplo, llamar a un varón homosexual "pájaro",
"pato", "ganso", etc. Toda esta nomenclatura asociada con las aves de
corral se deriva de "gallina", un animal que, a diferencia de su pareja,
el gallo, no se enfrenta con sus enemigos, sigo que responde con un
medroso cacareo. El término tiene abolengo; por ejemplo, en la batalla
naval de las Gravelinas, el 2 de agosto de 1588, en que los ingleses se
enfrentaron con bastante éxito a la Armada Invencible, cuéntase que, al
ser conminados a la rendición los marinos de un barco español a punto de
naufragar, éstos respondieron: "Nunca, gallinas protestantes". Es de
suponer que este insulto que asociaba la cobardía con las gallinas tenía
larga data entre españoles ya en el siglo XVI.

Libertad sexual vs. regulación social

La libertad sexual, derecho natural de los individuos, se ve constreñida
desde el principio por el surgimiento de la sociedad que pretende
regularla para beneficio colectivo. Y ello presenta una contradicción
fundamental que da lugar a legítimos interrogantes: ¿Puede pertenecer la
sexualidad, con su consecuencia más natural, la prole, enteramente al
ámbito de la vida privada, al ejercicio inalienable de la
individualidad, sin que el grupo, la sociedad, ejerza un arbitraje o una
participación reguladora? Creo que, a menos que seamos anarquistas
furibundos, no podríamos contestar afirmativamente a esta pregunta. ¿Qué
limita entonces mi libertad sexual o dónde puede intervenir la sociedad
organizada, el Estado, como un elemento regulador?

Siempre he creído que la sexualidad, como expresión del carácter más
íntimo de los individuos, debe ejercerse con la mayor libertad posible.
Si vale la anécdota, me acuerdo que siendo un adolescente de 13 ó 14
años, sentado a la mesa que presidía mi abuela en un hogar severamente
protestante, alguien insinuó, para escándalo general, que una señora de
cierto relieve social en nuestro pueblo se ayuntaba con un gigantesco
pastor alemán que tenía de mascota. El escándalo subió a más cuando, con
entera convicción, yo dije: "¿cuál es el problema?: su cuerpo es de ella
y el perro también". Mi abuela estuvo a un paso de la apoplejía.

Ese principio estaría dispuesto a defenderlo hoy como entonces, pese a
que nunca he practicado el bestialismo y semejante posibilidad me causa
una profunda repugnancia; pero reconozco que los seres humanos son
dueños de una sexualidad innovadora que puede incluir estas prácticas
que ya enriquecieron la mitología griega y a las que los dioses eran muy
dados en sus múltiples metamorfosis.

¿Debe haber límites para la libertad sexual? En mi opinión, solo
aquellos que sirvan para proteger la libertad de otros individuos. El
papel del Estado en este aspecto debería reducirse al de una suerte de
guardavías, impidiendo y castigando los delitos sexuales más obvios,
como la violación, el tráfico de personas y el abuso infantil por ser
claramente lesivos a los derechos de otros individuos. Lo que sí me
parece inadmisible es que la conducta sexual se vea regulada —y mucho
menos definida— en base a los presupuesto de una ideología —religiosa o
política— que aspire a la regimentación social y a la creación de un
orden uniforme, en el cual el individuo será necesariamente víctima de
la opresión.

En Cuba, a la homofobia heredada —que se conciliaba bastante con la
tolerancia que es intrínseca a una sociedad liberal como la que
antecedió al castrismo— viene a sumarse, al triunfo de la revolución, el
ideal redentorista de un colectivismo que niega, por definición, las
libertades individuales, incluida la libertad sexual. Cuando a mediado
de los años sesenta la revolución castrista se propone la creación de su
"hombre nuevo", un sujeto obediente, viril y dispuesto a dar su vida por
aquel proyecto delirante, los homosexuales representan un incordio. Los
prejuicios a que nos referimos antes les atribuyen una falta natural de
vocación heroica, y su propia cosmovisión (siempre a contracorriente,
siempre particular) los hace naturalmente indóciles para la vasta
empresa de la construcción del socialismo. Las UMAP tuvieron por objeto,
ingenua y malvadamente a un tiempo, la reforma o, al menos, la sujeción
de aquellos que, por su propia conducta, constituían un mentís a la
uniformidad que se les imponía a los cubanos. Sabemos que el resultado
neto fue un fracaso, no por ello menos criminal.

Aunque las UMAP se cerraran , la discriminación a los homosexuales se
mantuvo en Cuba durante décadas mientras el proyecto castrista tenía, o
pretendía tener, alguna pujanza. En 1968, el año de la llamada "ofensiva
revolucionaria", donde se expropian todos los pequeños negocios que
habían sobrevivido a las masivas confiscaciones de principios de la
década, es también el momento en que el régimen emprende nuevas
persecuciones y redadas contra todos los elementos que califica de
extravagantes, o diversionistas. Es la época en que aparecen los
tribunales populares y algunas curiosas figuras delictivas como el
"delito contra la conciencia socialista del pueblo" que tratan de
salvaguardar la imagen icónica del revolucionario, sobre todo del "joven
revolucionario", frente a los modelos de la "contracultura" que llegan
del norte y de casi todas partes.

La juventud cubana quiere sumarse a los movimientos de inconformidad que
en ese momento agitan al mundo, pero el régimen castrista, empieza a
hablar de una "fabulosa" zafra azucarera de 10 millones de toneladas y
radicaliza su sovietismo al respaldar públicamente la invasión de
Checoslovaquia. Eso sucede en agosto. Y en octubre hay una recogida
masiva de elementos "antisociales" (prostitutas, homosexuales, hippies,
jóvenes que quieren vivir en su época y no responden a la imagen
afeitada y rapada del realismo socialista que pretende imponérseles).
Aunque ya no hay focos de alzados en armas ni ocurren sabotajes de la
misma manera que en los primeros años de la revolución en el poder, el
nivel de represión es intenso.

El 10 de noviembre de ese año, cuando yo ingreso en prisión, luego de
andar diez días náufrago en alta mar, en Cuba hay alrededor de cien mil
presos políticos repartidos en un centenar de cárceles y campos de
concentración (más que la totalidad de los presos políticos del resto de
los países del continente en ese momento). A esto hay que agregar las
miles de personas que han solicitado salir del país —en la segunda gran
oleada migratoria que comenzó por el puerto de Camarioca en 1965— y que
ahora tienen que servir en la producción agrícola hasta que les llegue
el momento de la salida. En ese año 68, la depuración de profesionales y
empleados relacionados con la docencia es general. La mayoría de los
mejores maestros y profesores de que podía hasta entonces presumir el
sistema escolar cubano (en todos los niveles, desde la escuela primaria
hasta la Universidad), son despedidos o jubilados forzosamente. Para
entonces ninguna persona homosexual ni de convicciones religiosas podrá
estar al frente de un aula. La tiranía cree que el paraíso que se
propone construir, digno de cualquier legendaria utopía, está al alcance
de su mano.

Después del fracaso de la Zafra de los 10 millones, en el año 1971, la
política cultural se hace aún más rabiosamente ortodoxa con la llamada
"parametrización" que se impone ese año a partir del Congreso de
Educación y Cultura y que, si bien los encargados de aplicarla desde la
Dirección Nacional de Cultura y del Instituto Cubano de Radio y
Televisión son unos mequetrefes llamados Luis Pavón y Jorge Serguera, su
verdadero inspirador y autor es Fidel Castro, quien define las pautas a
seguir en la clausura de ese congreso. Acaba de tener lugar el "caso
Padilla" y el régimen reacciona a las críticas que le llegan del
exterior con la típica soberbia de las tiranías. Se reafirma la censura,
se le exige a los intelectuales —como diez años antes y más— la
incondicionalidad absoluta y se emprende una gigantesca purga que
afectará sobre todo a los homosexuales que son masivamente expulsados
del mundo cultural: en el cine, la radio la televisión, el teatro etc.
se aplica la parametrización a los antisociales. Casi al mismo tiempo
entra en vigor la "ley contra la vagancia" que fuerza a muchos de estos
egresados del mundo cultural a optar por los trabajos más rudos y
miserables.

A mediados de la década, cuando el régimen finalmente se
"institucionaliza" mediante una constitución espuria que es un calco de
la Soviética y las estructuras de poder omnímodas se sienten dueñas de
la situación, a pesar de la parálisis económica, las pautas de
discriminación contra los elementos desafectos —o que, como los
homosexuales, no encajan en el canon que acaba de consagrarse— no
cambian ni se modifican para bien, si no que se perpetúan. A esto se
suma un profundo sentimiento de frustración pública que culminará con el
asalto a la embajada del Perú en abril de 1980 y el pogromo que el
régimen aprovecha para hacer de los elementos a los que tilda de
"escoria" (homosexuales, vagos, delincuentes comunes, locos) que hacina,
en los barcos particulares contratados por personas del exilio para
rescatar a sus familiares, despojados de todos sus bienes y luego de
haber padecido, muchos de ellos, el monstruoso escarnio de los actos de
repudio: linchamiento verbal y a veces físico de los que, a pesar del
precio oprobioso que se ven forzados a pagar, han optado por la
oportunidad de escapar, de rehacer sus vidas, de reconstituirse como
personas fuera de Cuba.

Así estrena el castrismo la década del ochenta. El régimen lleva más de
20 años de poder absoluto y, aunque se han ensayado diversas tácticas
represivas, la estrategia de la represión siguen siendo la misma. En ese
contexto, el homosexual es un paria, un elemento antisocial per se a
quien, si bien no se le condena al exterminio—conforme a los métodos del
nazismo o del maoísmo— está destinado a convertirse en no persona, en un
sujeto invisible en el proceso que todavía en esa fecha —no obstante los
innumerables fiascos, y la destrucción física del país y el
envilecimiento de la ciudadanía que ya van siendo visibles— aspira a la
utopía marxista.

En la década del 80 —pese a que algunos recuerdan una relativa mejoría
en el abastecimiento de ciertos rubros— la coacción de las libertades,
la discriminación, las purgas en escuelas y centros laborales para
individuos percibidos como desafectos o antisociales, los homosexuales
entre los primeros, siguen estando a la orden del día. Y esa situación
se mantiene casi intacta hasta la década siguiente cuando el súbito
colapso del mundo comunista y la desaparición de la Unión Soviética
tienen una devastadora repercusión ideológica en Cuba que obligan al
remiendo de una estructura carcomida.

Me he permitido este recuento para responder a los que dicen que la
persecución, discriminación y marginación de los homosexuales en Cuba
fueron errores transitorios, actos fallidos de funcionarios ineptos o
malvados o fruto de la inexperiencia de un proceso político
profundamente humano, liberador y noble; cuando, por el contrario, fue
el resultado de una deliberada política de Estado, dictada e impuesta
desde las más altas instancias del poder durante más de 30 años y que,
si algo ha cambiado —como algo ha cambiado respecto a las
manifestaciones de la fe religiosa— no se debe a bondad alguna, ni a
ningún sincero deseo de reforma o de "rectificación de errores", sino al
hecho simple de que el ideal del "hombre nuevo" se hizo trizas para
dejar tan solo el feo rostro de una tiranía decrépita que quiere
abrigarse con los andrajos de un trasnochado nacionalismo.

En la medida en que el castrismo se ha ido desvencijando, religiosos,
homosexuales y cuentapropistas han ido adquiriendo ciertos espacios de
libertad que más que muestras de auténticas reformas son concesiones
"menores" y muchas veces caricaturescas de un régimen que no tiene
salida y que se siente obligado a apelar a la alianza con sus antiguas
víctimas. El caso más emblemático y patético es el del cardenal Jaime
Ortega, que siendo seminarista fue internado en uno de los campos de las
UMAP y que ha terminado por ser uno de los más obsecuentes
interlocutores de Raúl Castro.

Entre los cubanos del exilio muchos han celebrado esta "despenalización"
de la homosexualidad, y el que los homosexuales puedan agruparse y
definirse como tales sin temor a la represión estatal y bajo ese palio
que ha tendido la hija del tirano en funciones y que desde el Centro
Nacional de Educación Sexual (CENESEX), se ha expresado abiertamente en
contra de la homofobia.

Que la homofobia se denuncie y la libertad sexual se proclame
parecerían, a primera vista, acciones inobjetables. Sin embargo, el que
esto ocurra en un país donde la mayoría de las libertades fundamentales
son desconocidas o se ejercen en un nivel de subsistencia, hace
desconfiar de esta apertura que más bien podría interpretarse como un
acto de travestismo (nunca mejor dicho), de manipulación y de farsa.
Nadie puede ser libre de expresar plenamente su sexualidad, si antes no
es libre como individuo, que es su condición humana básica. No es
concebible que pueda haber una auténtica libertad sexual en un país
donde no existe una prensa independiente, donde sus ciudadanos no pueden
entrar y salir sin restricciones, donde no se puede organizar un partido
político para postular candidatos y concurrir a elecciones, donde la
educación está librada a los fueros del Estado, donde los que disienten
son acosados por turbas que el gobierno organiza y protege o son
arrestados y encarcelados por expresar sus opiniones. En este clima de
tiranía, que no da señales de corrección, el que se critique la
homofobia o se permita que los homosexuales desfilen por la vía pública
—en tanto hostigan a las Damas de Blanco— constituye una burla grotesca.

Me parece a mí que incluso en las democracias occidentales, donde los
homosexuales ganaron su derecho a ser aceptados como resultado de un
proceso orgánico en el seno de sociedades que ya garantizaban todos los
derechos básicos, la homofobia resultará verdaderamente superada y la
libertad sexual será plenamente ejercida, cuando organizaciones como la
que convoca este foro no tengan razón de existir, porque nadie tendrá la
necesidad de afirmar sus preferencias en materia de sexualidad, ya que
todas las tendencias sexuales serán vistas y tratadas por la sociedad
con el mismo respeto, la misma igualdad y la misma naturalidad.

La libertad sexual y específicamente la libertad de los homosexuales de
expresarse sin restricciones ha de verse más bien, por su especificidad,
como un corolario, como una libertad que viene a sumarse, como un logro
más, al conjunto de las libertades fundamentales, y no como una
excepción en medio de una sociedad represiva; pues este supuesto logro
particular, generado como una gracia por un poder omnímodo y, al mismo
tiempo, fracasado, no puede interpretarse más que como una acción
innoble y fraudulenta destinada a engañar, a maquillar la imagen de un
sistema decrépito.

Este foro haría muy bien en enviarle a la opinión pública española e
internacional, así como a los cubanos dentro y fuera de Cuba, un mensaje
inequívoco de que esta reciente libertad de los homosexuales que se
proclama oficialmente en Cuba, así como la actual denuncia que allí se
hace contra la homofobia, no pueden aceptarse como legítimas en el
contexto de una de las más antiguas tiranías de la tierra, sino que las
miramos con penosa reserva y nos inclinamos a rechazarlas por creer que
constituyen una burda manipulación, una más, de una de las minorías más
humilladas y vejadas en la historia de esa gestión totalitaria que ya
pasa del medio siglo.

La Libertad, la auténtica LIBERTAD, con mayúsculas, no puede confundirse
con las migajas que caen de la mesa del despotismo. Solo en el contexto
de ese clima de libertad para todos los miembros de una sociedad, puede
concebirse y prosperar la libertad que procura la expresión de la
sexualidad en todas sus manifestaciones y avenidas y, como una más, esa
particular sexualidad que no busca la diferencia ni tiene por finalidad
la perpetuación de la especie, sino que se consuma en una apasionada
semejanza.

Texto leído en la clausura de las II Jornadas sobre Derechos Humanos,
Sociedad Civil y Homosexualidad en Cuba. Casa de América, Madrid, 24 de
febrero de 2012

http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/9915-libertad-sexual-y-homofobia